Gracias

Te amo por todo lo que me viniste a enseñar en esta vida. Me enseñaste que hay cosas que mejor no decirlas. Me enseñaste que pelear no sirve. Me enseñaste que no todo es amor y películas de princesas. Me enseñaste que la familia no tiene nada que ver en una pareja de a dos. Me enseñaste que la amistad puede hablar, pero el corazón habla mucho más fuerte. Te amo por tus abrazos a media noche que aunque aveces si estaba dormida, otras tantas lo disfrutaba en silencio.
 Te amo porque cuando abría los ojos me estabas mirando mientras dormía. Y me decías que era hermosa. Te amo porque  me hacías repetir mis gestos naturales, porque te encantaban. Te amo porque fuiste la persona que me soportó llorando por lo mismo una y otra vez,  y no te cansabas de decirme que respire ondo y que piense que estabas ahí, que todo iba a estar bien. Te amo porque intentabas no llegar tarde después de que una vez te dije que respetaras mis tiempos, que yo te estaba esperando siempre. Si, te amo o te amé.  El limite de hablar en pasado o en presente lo puso mi razón a partir de que empece a sentir que está relación ya estaba en ruinas. Y se me venían recuerdos que me hacen odiarte. Porque me haces sentir insignificante. Inútil. Que nada hago bien. Y me duele todo lo que vos no estás dispuesto a hacer. Y me descuidaste, y te descuide. Y nos distrajimos en algún momento y lo echamos todo a perder. Y aún así creo que la vida nos necesita separados porque nos tiene que mostrar algo tan lindo como aquello que vivimos. Y ahora dejando de ser la víctima me toca aceptar. Que como fui compañera, no te valore tanto. Que pude haberte dicho muchas cosas de mejor manera. Que tenía miles de cosas para darte y no te las di. Que muchas veces te trate como opción, y no como prioridad. Y si, te dije cosas que dolían. Y acepto que muchas fueron para que te despiertes, me estabas perdiendo. Y tal vez estaba equivocada, yo te estaba perdiendo a vos.

Pero ahora, que todo lo puedo dejar atrás. Ahora que mi vida sin vos puede seguir. Que puedo respirar. Que soy libre. Que no cargo con culpas. Que mi vida se volvió mas liviana y vuelvo a repetir mas libre. Que puedo sonreír por mi misma que puedo hacer todo lo que me haga bien y me haga reir sin tener que pedir permiso, sin tener que pensar en nadie mas que en mi. Y no te deseo el mal. Deseo que desde tu corazón ese que me hizo amar alguna vez, aprendas de todo lo que pasamos. Aprendas de todo lo que vivimos. Y seas feliz. Seas feliz sólo o con alguien mas. Esa mujer va a estar tan afortunada de tener una persona como vos. Sos la persona que está o estuvo pegada a mi alma. Nunca ninguna otra la sentí tan cerca. Tu alma es pura. No tenes maldad alguna. Siempre hiciste por mi nada pero todo. Y quiero que puedas entender asi como lo entendí yo, que es necesario aceptar todo el amor que hubo y todo el enojo y toda la bronca que existe. Aceptarla y abrazarla. Aceptar que hay amor, pero no el que nos hace estar juntos. Que nos cruzamos en la vida para aprender. Hoy tenemos caminos y pensamientos muy diferentes. Ya no hay nada que aprender el uno del otro. Por eso la vida nos separa. Y tal vez yo deje de amar  o tal vez vos dejaste de amar primero. Pero eso ya no importa. Nuestro presente es un adiós o un hasta luego. Pero eso lo decide la vida. No lo decido yo. Y dejarte así, libre. Soltarte. Me genera una angustia mezclada con una sonrisa pintada en la cara. Como si todo esto sea tan triste pero tan correcto de hacer. Ojala nos volvamos a encontrar. Porque yo también me equivoque mucho, y ensucie la relación y quedaron marcas que yo puse. Y si
nos volvemos a encontrar, que sea maduros, llenos de objetivos, llenos de querer llegar a metas juntos. Y si no te vuelvo a encontrar en ningún otro cuerpo. Y si No te vuelvo a ver. Entonces gracias. Por todo lo que me viniste a enseñar en mi vida. Y te digo gracias porque volviste mi vida mucho mas sencilla y mucho mas complicada. Y gracias por ser quien sos. Y gracias por perdonar mis errores, eso también me enseñaste. Y te deseo lo mejor del mundo. Y que si mañana vuelvo a verte. Darte un abrazo y hablarte de como va mi vida y escuchar como va la tuya. Te quiero vivo, feliz, te quiero amando, otra persona o la vida misma. Quiero que te amen, quiero que te respeten, quiero que te cuiden y te cuides.

Siesta

Quiero que mi vida sea una siesta eterna en tu pecho. Esas siestas que son profundas. Que no encontras ni entendes tiempo ni espacio. Que afuera se puede caer el cielo o el sol puede dar sus mejores rayos de toda su vida, y yo durmiendo. Siesta. En tu pecho. Sentirme así. Que al principio piense "que lindo este lugar" "que comodo" "que placer " y caer perdida en el sueño pleno. Y de a ratos despertar para constatar que seguis ahí. Y luego seguir plena. Soñando. Durmiendo. Sintiendo que nada puede ser mas perfecto. Y que afuera se maten todos, que afuera no exista nada, me pierdo el mundo. Acá estoy bien. Déjenme acá. Este es el lugar.

Tomando mates

-"se te paso muy rápido la vida abuela?"
-Si nena, aveces me pongo a pensar y digo ¡Qué bárbaro che! Y me pregunto "Donde estuve todo este tiempo?" "Que estaba haciendo?"

 Y ahí me miré. Me auto observé. Ahi tomando mates con mi abuela. Hablando de todo y de nada. Disfrutando eso. Sabiendo que a ella le gusta que la vaya a visitar. Y todo lo que a mi me gusta ir a tomar esos mates. Podemos estar 5 o 6 pavas de tiempo ahí sentadas. La una y la otra.
Pero lo que más observé fue mi actitud. De mirar la hora cada minuto. Porque Me tenía que ir. A trabajar. A pasar 8 hs del dia. 8 horas de sol. 8 horas de otras 8 pavas de mates con mi abuela, con mi mamá, con mi papá, con el amor de mi vida. 8 horas de charlas con amigas tal vez. 8 horas de hacer algo que me haga reir que me haga productiva que me haga feliz. Esas 8 horas las iba a ir a ocupar encerrada en un lugar, que no me gustaba estar. Un lugar donde estoy pensando 8 horas lo que podría estar haciendo y no hago. Todo lo que me gusta hacer y no hago. Todo lo que me gusta estar con mi abuela charlando de como yo me equivoco y como me vuelvo loca de amor por un hombre y sus frases tan " el amor te hace pelotuda". Y me miré,  y me di cuenta que a lo que más me gusta hacer a lo que mas disfruto lo que me llena, le dedicó 2 horas. Mientras que 8 son grises y llenas de "Tal vez". Y esperas. Esperas que esto te de fruto en un futuro. Esperas que la vida más adelante te va a recompensar. Y tal vez si. Pero todo es incierto. Lo cierto es esto. Es el ahora. Ahora se te esta pasando la vida en 8 horas sentada encerrada mirando la ventana como del otro lado el sol brilla y te invita a bailar en el pasto con tus perros. Con una amiga y charlar de la vida. Y vos aca construyendo un futuro incierto. Y ahí voy a estar yo, como mi abuela preguntándome donde estaba que no estaba bailando con el sol, donde estaba que no estaba disfrutando, que no me estaba riendo, que no estaba siendo feliz. Donde estoy? Que estoy haciendo?.
Cuantas cosas que me gustan hago al día? Ninguna. Cuantas cosas que NO me gustan hago al día? 8 horas le dedico. Y otras 6 horas estoy estudiando o arriba de un tren o de un subte. Otras 6 o 5 horas  duermo. Cuantas cosas quisiera hacer que me gustan y no hago? Mil quinientas ochenta y cinco.
Pero acá estoy planeando un futuro. La vida se me pasa. Los mejores años de mi vida se van, y yo planeando un futuro.
Preguntame que quiero hacer hoy, te voy a decir que viajar. Viajar a cualquier lugar, sola o acompañada. Con plata o sin plata. A pata o en bici. Eso me hace feliz. Y donde estoy ahora? Que estoy haciendo?

Esencia

Me enamora con lo que hace natural. Con su cara de concentrado. Con lo que hace cuando cree que nadie lo está notando. Con sus impulsos. Con lo que hace sin pensar. Con lo que lo hace ser quien realmente es. Con su carcajada de risa sincera que le sale de adentro que me dice que está pleno. Con su cara de perdido en el espejo cuando se cepilla los dientes. Con su beso de pasada. Con su abrazo de cansado que me tira todo el cuerpo para que lo sostenga. Con su cara de placer cuando le hago mimos. Esos mimos que alguna vez nos unieron para siempre. Con su cara de recién levantado y de fastidio porque no quiere levantarse. Con su actitud de responsable cada vez mañana que me tiene que dejar en la cama para ir a trabajar. Con su manera de hablar. Con su manera sencilla de ser con la gente. Con su manera de perdonar a los demás. Con su cara de asustado cuando se despierta. Me enamora con su esencia.