lunes, 10 de diciembre de 2018

El verdadero Soltar

Hoy te vi. Hice un paso apresurado para llegar a agarrarte del brazo y que me veas y decirte: "Che! Hola soy yo la que tratas de sacar de tu cabeza todos los días hace 3 años, hola como estas a pesar de que en este momento estés preocupado por lo que yo te pueda decir ahora porque ya sabes como soy, puedo decirte desde "vayamosnos juntos a dormir la siesta" hasta "aquí esta mi nuevo novio te lo presento". O preocupado porque ahora queres verme mañana también y no tenias planeado mañana o esta noche tener ganas de mandarme un mensaje. Yo nada aca paseando, quería que me veas y solo saludarte por respeto y en honor a los años que tuvimos juntos y todos los momentos compartidos. Hola! acá estoy apareciendo en tu vida de nuevo solo para figurar y que recuerdes que te tengo un cariño inmenso y que te respeto y que todavía todos los días te pienso y hago un trabajo costoso para soltarte y dejarte ir. Eso quería contarte, que quiero dejarte ir..." Y... pensándolo bien ahí fue donde entendí que mejor fue quedarme quieta. Volver a echar el paso atrás y dejarte ir literalmente. Observarte reír con la persona que ibas acompañado y verte cruzar la calle. Fue literalmente dejarte ir, sin pararte solo te observe alejarte. Y respire profundo y solté el aire. Sentí cosas en la panza, y algo adentro se quebró. Y no fue mi corazón, fue mi manera de sentirte. Sentí un amor sano y profundo, cristalino como el agua.
Me corrió paz de verte reír y despreocupado.
Cruzaste la calle y yo seguí caminando. Me di vuelta para verte una vez mas y confirmar si realmente vos no me habías visto. Y no, no me viste seguiste caminando feliz, liviano y despreocupado. Y sentí soltarte. Y sonreí de haberlo hecho y verte bien. Y si vos me viste, te digo gracias por dejarme ir.
Caminamos para lados opuestos y dándonos las espaldas. Nos alejamos y olvide el tema hasta ahora que apoye la cabeza en la almohada, y te volví a pensar.
Pude entender que verte hoy no fue casualidad, fue para comprender lo que es soltar y dejar ir.
Es dejar que el otro cruce de vereda y sentirse feliz de ver al otro irse y alejarse sin retenerlo, sin interponerse. Es soltar el control.
Para mi no hay amor mas puro que el soltar al otro. Hoy lo viví figuradamente. Te solté y este es mi acto de amor mas grande hacia vos.

La vuelta de MIERCOLES 2

Volviste a llamar a la puerta de mi casa. Muy seguro, con el casco apenas apoyado en la cabeza y la moto en marcha me dijiste "Agarra el casco y vamos", como si no hubiera pasado un año sin verte, como si no tuvieras a alguien esperándote en tu casa, como si nada te atara a vos ni a mi. Y yo salí descalza, sin zapatos y seguro de que con vos no podía pasarme nada. Ni tener frio ni lastimarme los pies. Corrí a abrazarte y te dije que no me iría con vos. Tus ojos se entristecieron y tu energía cambio, la sonrisa que pintaba tu cara y movía mi piso se borró. Yo ya no quería ser la segunda, yo quería ser la que te esperaba en casa. Y aunque hace un año te había dejado ir, esta vez quería que vos te dieras cuenta de que venir a buscar la química que sigue intacta en mi cuerpo no te salvaría de la infelicidad que vives cada día.
-Como estas?
-Bien, dale subite vamos
-No, si estas en la puerta de mi casa es porque no estas bien
-No la verdad es que no estoy bien. ¿Porque me soltaste la mano?
-Porque eras todo. Todo lo bueno y todo lo malo.
Y te abracé.
Me diste unos besos que no eran míos, no encajaban en mis labios, no eran los mismos de hace un año. Tu boca tenia el molde de otra boca, y esos besos que me diste no eran los míos. Y reafirme que no me iría con vos. No me iba a subir a esa moto.
Entones volví a dejarte ir porque ya ni tu boca me elegía.
Me quedo con mi paz y mi buen café, espero en tu casa te espere algo igual o mejor.
Estoy orgullosa de volver a soltarte la mano.
Te quiero Miércoles.