martes, 12 de marzo de 2019

SUBIR Y BAJAR

Lo que aprendí del treking:
Hay personas bajando livianos sin esfuerzo contentos hablando. Cruzandose al mismo tiempo con personas subiendo poniéndole todas sus fuerzas que apenas tienen aliento para decir "hola"y sonreír cortes. Aunque le duele las piernas muslos y pies al subir esa picada. Mientras los que bajan livianos y contentos les sonríen diciendo "hola" donde más que saludar también dicen "te acompaño" con la sonrisa. Porque lo que ayer me dolió a mi, hoy es satisfacción. Pero ayer estuve en tus zapatillas y sé todo lo que te duele eso.
Y así comprendí un poquito más de la vida. Tome conciencia de lo que es.
Aveces se está bajando y aveces se esta subiendo picadas arduas que duelen y molestan, que hacen sudar, que hacen aprender del sacrificio para llegar a donde queremos llegar. Y aveces se esta en bajada. Livianos, sonriendo y siempre acompañando a los que están subiendo con mucho trabajo y esfuerzo. Algunos con mochilas que pesan, que aveces no les corresponde llevar e igual la montan porque la sienten suya. Otros solo van con un palo en la mano apoyándose y sostenendose. Algunos solos otros acompañados. Familias enteras. Por eso siempre sonrie y acompaña al otro, si está en subida o en bajada.
También aprendí el aquí y ahora.
Subiendo picadas entendi que mirar el final de esa subida solo hace el camino más largo y duro. Porque duele ahora y piensas en todo lo te falta para poder llegar. Todo el dolor y esfuerzo más que vas a tener que poner para llegar. Entonces empecé a mirar mis pies. Y dije si sólo pienso en el dolor de hoy y hago un paso a la vez. Aquí y ahora. Un paso a la vez. Concentrate en lo que duele ahora y no en lo que dolerá. Concentrate en poner lo mejor en cada pasito que das uno por uno. Mientras daba cada paso con pasión y firmeza también levantaba la cabeza miraba el sol y decía GRACIAS miraba la montaña con nieve allá arriba a lo lejos y decía GRACIAS. Miraba los árboles el cielo azul y con nubes y decía GRACIAS. Miraba de nuevo mis piernas y les decía GRACIAS a ellas también. Y volvía a hacer cada pasito uno por uno. Sin mirar el final de la subida. Y de repente había llegado y empezaba a relajar y respirar tomar agua y disfrutar mis piernas descansando.
Aprendí a parar un ratito. A no exigirme a no enojarme o a no frustrarme. Parar un ratito en la vida para mi es satisfactorio. Y muy saludable. Estas cansado? Para un ratito. Estas con sed? Para un ratito. Te gusta el lugar por donde estas pasando y quieres quedarte un tiempo más? Pues para un ratito. Si así lo que quieres, no te cuestiones. Sólo para respira y disfruta.

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